En lo que respecta a auriculares cerrados de alta fidelidad, si buscas calidad, pero no tienes presupuesto suficiente para acceder a una gama profesional, puedes escoger entre las opciones de la gama alta de entrada. Con unos precios relativamente asequibles puedes conseguir modelos con sonido increíble y diseño premium, como es el caso de los Sennheiser HD 599.
Estos auriculares abiertos me han sorprendido por su perfil de sonido cálido, amplio y bien equilibrado y un diseño que los hace muy cómodos de usar. Pero no son sus únicas características. En este análisis te cuento al detalle sus pros, contras, las opiniones más recientes, y para qué tipo de uso son recomendables.
Opiniones de los Sennheiser HD 599 a octubre del 2024
Los escogí tras probar varios modelos distintos. Son sorprendentemente cómodos y el sonido es muy cálido. Los graves son buenos y se aprecia una buena separación de planos. Lo único que no me acaba de convencer es la goma de los cables, la noto muy rígida, pero afortunadamente son extraíbles.
Sonido increíble y comodidad excelente. Los llevo puestos muchas horas y no siento ninguna molestia. Para lo que ofrecen no los considero nada caros.
Ofrecen un sonido abierto muy bueno. Los recomiendo para quienes les guste escuchar jazz, música clásica o incluso música en directo. No pesan nada, tienen un diseño bonito y buenos acabados, aunque no me gusta el terciopelo de las almohadillas.
El sonido de estos auriculares es increíble, claro, amplio y con mucho detalle. He podido percibir matices que no había oído antes en canciones que escucho habitualmente. Y respecto al formato, el hecho de que las copas y el cable sean reemplazables, lo convierte en un producto durable.
Son una magnífica opción para iniciarse en el mundo audiofilo. Ofrecen un sonido muy natural, neutro y sin distorsiones y permiten apreciar detalles que con muchos otros auriculares quedan ocultos.
Pros y Contras de los Sennheiser HD 599
Pros
- Muy ligeros y cómodos.
- Sonido rico en matices.
- Bajos potentes y precisos.
- Cable extraíble.
- Incorporan adaptador de 3,5 mm a 6,5 mm.
- Las almohadillas son intercambiables
- Diseño moderno y elegante.
- Disponible en dos combinaciones de color.
Contras
- No tienen bluetooth.
- No traen estuche ni bolsa de transporte
- No son plegables.
Características Clave de los Sennheiser HD 599
- Tienen la ventaja de abarcar un rango de frecuencias bastante generoso, de 12 a 38500 Hz y destacan especialmente por la calidad de los graves y agudos. Los medios, aunque no excepcionales, son muy aceptables.
- Ofrecen un escenario sonoro amplio y natural, bastante neutro, un sonido de alta fidelidad que, si bien no llega a un nivel audiófilo, es más que aceptable para quienes quieren iniciarse en este tipo de escucha con un precio más cercano a lo asequible.
- No solo van bien para música, también se comportan de manera notable con el audio en películas y para videojuegos. Los efectos de sonido suenan increíblemente bien.
- Tienen un diseño muy cómodo: son ligeros, están suficientemente acolchados, el tacto de las almohadillas es agradable y no aprietan
- Están construidos en plástico de calidad y son muy flexibles, de modo que son bastante resistentes.
- Hay dos versiones: en color marfil con detalles en marrón y en negro con detalles en plata.
- El cable es extraíble y las almohadillas son reemplazables, de modo que si alguna de estos elementos se estropea no hay que desechar todo el producto, de modo que puedes tener auriculares para muchos años.
- Incluyen cables intercambiables de 1,2 y 3 m con dos tipos de conectores diferentes y un adaptador.
Análisis de los Sennheiser HD 599
La trayectoria de Sennheiser habla por sí sola, todos los equipos con su nombre suelen estar entre las mejores opciones a escoger. Son unos auriculares de diadema que destacan por ofrecer un sonido de alta fidelidad con un formato de diseño moderno y elegante cuya principal ventaja es su gran comodidad.
Sonido
Tienen un rango de frecuencias bastante amplio, de 12 a 38500 Hz, brindan un sonido cálido con buena separación instrumental y ponen bastante énfasis en las frecuencias bajas y altas.
Los graves de estos auriculares son bastante sólidos y a la vez, precisos, ofrecen mucho detalle, haciendo posible incluso percibir matices que con otros equipos pasan desapercibidos. A la vez, tienen una potencia controlada, es decir, apenas reverberan (muy leve).
Las frecuencias altas también están acentuadas, pero sin llegar a dar un sonido demasiado brillante, por lo que suenan muy bien. Y, en lo que respecta a los tonos medios, a excepción de algunas canciones en las que he notado una ligera pérdida de calidad en estas frecuencias, por la contundente presencia de graves, en general, se hacen presentes, no quedan opacados.
El sonido, en general, está bastante equilibrado. No llegan a ser unos auriculares de nivel audiófilo, pero ofrecen un sonido muy definido que permite disfrutar a gusto de la música. De hecho, se adaptan perfectamente bien a la mayoría de géneros musicales.
Su calidad en términos de escena sonora también es una ventaja a la hora de usarlos para mirar películas o para jugar. Me ha sorprendido lo bien que se aprecian los efectos de sonido, la fuerza en explosiones y cómo permiten identificar de qué dirección provienen voces o pasos, por ejemplo. Esto los diferencia de otros modelos similares y les añade versatilidad.
Portabilidad
Una cosa que hay que tener en cuenta es que son unos auriculares pensados para utilizar en casa o en estudio (aunque no a nivel profesional) y eso se advierte en algunas de sus características.
Para empezar, su diseño: son auriculares de tipo abierto, por lo que van muy bien en interiores, si no es un espacio ruidoso, pero no se disfrutan de igual manera cuando hay más ruido ambiental. Además, de que se escapa el sonido, por lo que quienes estén a tu alrededor oirán lo que estás escuchando con ellos.
Otra de las cosas que los hace menos portables es su impedancia. Estos auriculares son de 50 Ohms, una cifra bastante superior al máximo aceptable para utilizarlo con móviles (que son 33 Ohms), por lo que, a menos que lo utilices con un amplificador para móviles, es probable que notes un sonido menos potente e incluso menos detallado.
No es que sea de mucha menos calidad, los puedes usar y seguirás disfrutando del sonido, pero no le exprimirás todo el potencial que tienen estos auriculares.
Además, son unos auriculares cableados, no tienen bluetooth, de modo que no pueden utilizarse de forma inalámbrica, lo que hoy en día no es algo buscado para unos auriculares para utilizar por la calle, dado que se busca libertad de movimiento.
Otro indicador de que no están pensados para sacarlos fuera es que no traen ni bolsa ni ningún tipo de estuche de transporte. Aunque sería interesante por si los quieres llevar a algún lado.
Diseño
Los Sennheiser HD 599 están fabricados completamente en plástico (estéticamente me recuerdan mucho al los HD 598), pero es un plástico suficientemente robusto, por lo que no son ni se ven endebles y pesan muy poco (250, g), lo que se traduce también en comodidad de uso. Además, la estructura es muy flexible, por lo que no aprietan y corren menos riesgo de romperse.
La diadema es de piel sintética y está correctamente acolchada, por lo que el apoyo sobre la cabeza es confortable. Las almohadillas están forradas en tejido aterciopelado, que brinda un tacto muy agradable, es transpirable y no da tanto calor como otros materiales. Estas, además, son ovaladas y bastante grandes, de modo que, a excepción de que tengas orejas especialmente grandes, quedarán bien alojadas dentro del recinto acústico.
En lo que respecta a la estética, la versión original es en color marfil con toques marrones, una combinación muy bonita, elegante y con cierto aire vintage, que a mí, particularmente, me gusta mucho, pero también reconozco que es un modelo más propenso a ensuciarse. Por otro lado, para quienes prefieran algo quizás más discreto, también hay otra versión en negro con los detalles en plateado.
Lo único que he echado en falta es que las copas sean pivotantes, para cuando quieres dejarlos descansando sobre el cuello. Y, tampoco hubiera estado mal que fueran plegables, pero, dado que como hemos visto, están pensados para uso en casa, no es algo que sea necesario.
Comodidad de uso
Destacan especialmente por su comodidad. Pesan poco, ajustan pero no aprietan, el apoyo superior de la diadema es suficientemente mullido, las almohadillas tienen un tacto agradable y son bastante transpirables y el tamaño de las copas permite que las orejas queden dentro y no se generan roces.
Los he llevado puestos varias horas y no he notado presión ni molestia ni en la cabeza ni en las orejas. Sin dudas, se llevan una muy buena nota en este aspecto.
Otras características
Dos de los elementos que suelen deteriorarse con más rapidez en este tipo de equipos son reemplazables: me refiero al cable y las almohadillas. Lo que le da mayor durabilidad al equipo, ya que no tienes que dar por perdidos los auriculares si alguna de estas cosas se estropea.
En lo que respecta específicamente al cable, además, vienen con dos tamaños distintos, uno de 1,2 m con jack de 3,5 mm y otro de 3 m con jack de 6,3 mm, e incluyen un adaptador de jack 6.3 mm a 3.5 mm. Es verdad que, de todo el equipo, los cables no son lo que mejor calidad tiene, pero al poderse cambiar, esto no es un problema mayor.
Comparativa con Otros Auriculares Cerrados Similares
Los Sennheiser HD 599 son unos auriculares de diadema cuya calidad no deja indiferente prácticamente a ningún usuario. Destacan tanto en términos de sonido como en lo que respecta a comodidad de uso.
Aún así, hay más opciones en su mismo rango de precio que también pisan fuerte. Veamos qué alternativas a estos auriculares podemos encontrar actualmente en el mercado.
Sennheiser HD 599 vs Philips Fidelio X2HR
Los Phillips Fidelio X2HR, son una de las alternativas a los Sennheiser y de los más populares en este rango de precios. También son de diseño abierto y ofrecen un escenario sonoro similar al de los Sennheiser: superamplio y con bajos profundos, limpios y con variedad de matices. En frecuencias medias, se comportan incluso mejor que los Sennheiser, pero los agudos en estos son más irregulares y en algunas canciones no se disfrutan mucho. Aunque el equilibrio general es excelente.
En su construcción encontramos plástico, pero, en este caso, reforzado con una estructura de metal, de modo que son sólidos y resistentes y un poco más premium que los Sennheiser. La diadema es rígida, pero lleva una cinta de piel para la zona de apoyo y las almohadillas están forradas en tela aterciopelada, pero con la ventaja de que el relleno es de espuma de memoria y suficientemente gruesas, por lo que son bastante adaptables y no generan puntos de presión.
Como contrapartida, son más pesados (380 g), lo que pese a que distribuyen bien el peso, acaba siendo motivo de fatiga tras varias horas de uso. Y, por otra parte, tampoco son auriculares para llevar encima todo el día, es decir, para usar por la calle, por ejemplo.
El cable no es extraíble, pero es de tipo mallado, de modo que es mucho más resistente. Aunque, particularmente, me sigue pareciendo mejor que sea reemplazable, porque suele ser siempre uno de los puntos débiles de este tipo de aparatos.
En definitiva, en términos de sonido, calidad de construcción y acabados son increíbles y, de hecho, superan a los Sennheiser. Pero al ser más grandes y pesados, pierden en el apartado de comodidad, por lo que no los recomendaría para un uso prolongado.
Sennheiser HD 599 vs AKG K702
Otra de las opciones de precio similar a los Sennheiser son los AKG K702, unos auriculares también de diseño abierto, pero más enfocados a uso en estudio.
Abarcan un rango de frecuencias aún más amplio que los Sennheiser HD 599 (10 – 39800 Hz), por lo que se extienden un poco más en bajos y altos. Aunque la respuesta es bastante lineal, es decir, los bajos ofrecen mucho detalle, pero no esperes que exploten, son discretos.
Estos auriculares, igual que los Sennheiser, están fabricados completamente en plástico resistente y, de hecho, pesan un poco menos que aquellos (231 g). La diadema lleva una cinta de cuero (como los Fidelio X2HR), la cual a la vez es acolchada, por lo que amortigua muy bien el apoyo en la cabeza.
Las almohadillas de las copas son de terciopelo y están bastante mullidas, de modo que el ajuste es confortable y sin presión. Son de los modelos más cómodos que hay, los llevé puestos durante unas cuantas horas con gafas, y en ningún momento noté ninguna molestia ni fatiga.
En lo que respecta a la estética, tiene un aspecto más profesional (de auriculares de estudio), pero a la vez muy moderno, combinan negro mate con plateado. El cable también es desmontable y el que incluyen es de 3 metros de largo, lo que permite bastante libertad de movimiento. El conector es de 3,5 mm, pero vienen con un adaptador de 3,5 a 6,3 mm.
Resumiendo, al compararlos con los Sennheiser, quizás la única diferencia remarcable está en el perfil de sonido, por lo que depende del uso que les vayas a dar. Si los quieres no solo para escuchar música, sino también para películas o juegos, los HD 599 son mejor opción. Sin embargo, como auriculares para trabajar de manera semi profesional en tu home studio, estos son más recomendables.
Modelo | Diseño | Rango de frecuencias | Peso | Impedancia |
---|---|---|---|---|
Sennheiser hd 599 | Abierto | 12 a 38500 Hz | 250 g | 50 Ohms |
AKG K702 | Abierto | 10 – 39800 Hz | 231 g | 62 Ohms |
Philips Fidelio X2HR | Abierto | 5- 40000 Hz | 380 g | 30 Ohms |
Conclusión: ¿Quién debería comprar los Sennheiser hd 599?
Los Sennheiser HD 599 son una buena opción para quienes buscan auriculares de diadema con cable que ofrezcan sonido de alta fidelidad, para disfrutar la música en casa e, incluso, mirar películas o que quieran usarlos para jugar.
Como he mencionado, pueden ser una primera adquisición muy adecuada para empezar a acercarse a la experiencia de un sonido audiófilo sin llegar a gastar lo que cuestan unos auriculares específicos o profesionales de ese tipo.
No los recomendaría como auriculares para llevar encima en el día a día, creo que para cubrir esa necesidad hay muchas opciones excelentes, diseñadas con ese fin y, por tanto, mucho más idóneas e, incluso, de precio más reducido.